No importa que tan positivos seamos o cuánto amemos nuestro trabajo, los malos días le pasan a cualquiera. Todos hemos experimentado en algún momento situaciones laborales de estrés. Cuando estemos teniendo uno de esos días en los que parece que nada va bien, puede ser fácil sufrir de estrés y ansiedad. Incluso, llegará un momento en el que sentiremos que no podemos más. Es por esto que es fundamental saber cómo recuperarnos rápidamente de un mal día en nuestra clínica veterinaria.
¿Cómo recuperarnos después de un mal día en nuestra clínica veterinaria?
Si estas luchando por encontrar el lado positivo hoy, intenta una de estas cinco formas para recuperarnos de un mal día en nuestra clínica veterinaria y así ponerte en marcha lo antes posible:
Aceptar las situaciones que no se pueden cambiar
Los días malos en nuestra clínica veterinaria pueden ser causados por una serie de factores, como:
- Tener que comunicar malas noticias sobre la salud de una mascota.
- Atender una emergencia complicada.
- Tener que subir los precios de los servicios.
- Perder clientes o tener una crisis financiera.
- Problemas personales, entre otros.
Sin embargo, no podemos dejar que estas situaciones nos pongan cabizbajos. Muchas veces, no podemos hacer nada para cambiar lo que ya ha pasado, y debemos aprender a aceptar esto.
Para el futuro, es bueno que tengamos claro qué paso y qué podemos hacer para evitar que vuelva a ocurrir. Solo así podremos establecer estrategias claras para afrontarlas.
No nos tomemos las cosas personales
Si nuestro mal día fue provocado por la negatividad de otra persona, no lo tomemos como algo personal. Si alguien más estaba enojado, estresado o frustrado, es importante que no nos dejemos afectar por sus acciones o comportamiento.
Contarle a otra persona cómo nos sentimos puede ayudarnos a entender que nos ha afectado, desahogarnos y tener otra perspectiva de la situación.
Dejar las situaciones malas en el trabajo
Cuando el trabajo en la clínica veterinaria nos esta afectando, es muy fácil traer nuestro estrés a casa. Para superar un mal día, debemos dejar el trabajo en el trabajo.
Intentemos establecer una rutina de fin de jornada laboral que ayude a señalar el final oficial del día. De esta forma cuando las cosas no salen tan bien, nuestra mente puede procesar que el trabajo ha terminado y ahora es el momento de ir a casa, relajarnos y hacer algo que nos haga felices.
¡Hagamos algo que nos haga sentir bien!
Debemos poner fin a nuestro mal día buscando cosas que sabemos nos hacen sentir fortalecidos, confiados y felices. Esto podría significar hacer una rutina de gimnasio o jugar algún deporte que nos permita liberar energía. Tal vez podemos también leer un libro nuevo, conversar con alguien importante o tener una cena de algo que nos encante. ¡Solo asegurémonos de tener hábitos saludables!
Evaluemos lo que sucedió
Con suerte, una o más de estas estrategias pueden ayudarnos a recuperarnos después de un mal día en el trabajo. Pero antes de seguir adelante y dejar todo atrás, tomémonos un momento para reflexionar sobre lo que no fue tan bueno. Si podemos evaluar lo negativo, aprenderemos la forma de evitar que suceda lo mismo en el futuro.
¿Qué os ha parecido este artículo? ¿Creéis que os ayudará a dejar atrás un mal día? Os aseguro que si ponéis en practica los consejos anteriores, evitareis que un mal día se convierta en una mala semana o mes.