Si estás buscando fidelizar a los clientes de tu clínica veterinaria, analizar cómo los atiendes… ¡Es básico! Todo lo que hacemos desde que el propio cliente entra por la puerta de nuestro centro, comunica, y una buena o mala comunicación, será la calve para que ese cliente vuelva o no. Por esto, te enseñaremos los errores más comunes al atender a un cliente en tu veterinaria.
Errores más frecuentes a la hora de atender a un cliente en tu clínica veterinaria
En una clínica veterinaria comunica absolutamente todo. Desde el trabajo de los veterinarios, hasta los recepcionistas, limpiadores etc, ¡es imposible no comunicar!
Otra de las cosas que debes tener en cuenta, es que en una clínica se trabaja con emociones. Al fin y al cabo las personas dejan a nuestro cargo a sus compañeros peludos.
Si alguna vez has conocido a alguien y en pocos segundos has pensado «no es de fiar» o «no me cae bien», sabrás que para comunicar, no hace falta hablar, porque ¡Todo comunica! La impresión que se causa durante los primeros 2 segundos, son enteramente visuales, y se basan en nuestra apariencia. Si causamos una primera mala impresion, ¡costará mucho cambiarlo!
Es decir, cuando un cliente entra en tu clínica veterinaria, en apenas 4 minutos, ya se habrá hecho una primera idea de cómo funcionamos. Si… ¡En solo 4 minutos!
Consejos para no causar una mala impresión a los clientes de nuestra clínica veterinaria
Si quieres no dar una mala impresión a tus clientes, ¡hay algunos consejos que puedes seguir! Y es que… Aunque puedan parecer muy obvios, ¡algunas veces no seguimos estos consejos!
Sobre dar la mano
Aunque un apretón de manos, suele ser corto, ¡puede dar mucha información! Si vas a dar la mano a un cliente, intenta que esta no esté floja. Cuando des la mano, este apretón tiene que ser firme, con la mano vertical.
Intenta ajustar tu apretón a la persona que tienes delante.
¿Te sudan las manos? En ese caso, intenta secártelas disimuladamente antes de darle la mano a cualquier persona.
Mira a los ojos
Te habías dado cuenta que a veces por timidez, enfado o alegría, ¿no miramos a los ojos? Cuando no miras a los ojos a alguien, suele interpretarse como una falta de interés, e incluso algunas veces como una forma de ocultar algo.
No obstante, si miras demasiado fijamente a alguien, ¡también puede percibirse de forma negativa! Y es que… Puede interpretarse como que estás desafiando a esa persona.
¿Qué puedes hacer? Lo mejor es que te centres en el triángulo que forman las cejas con la barbilla. Además es muy recomendable que sonrías. De esta forma, tu cliente se sentirá escuchado. ¡Recuerda! Si tu cliente se siente ignorado, podría terminar en un enfado innecesario, o en una queja.
Si llevas gafas, ¡no mires a tu cliente por encima! La impresión si haces eso, es muy mala. Aunque uses gafas solo para ver de cerca, ¡nunca mires por encima de ellas!
Mantente erguido
Si la primera vez que te ve un cliente estás encorvado, ¡podría llevarse una impresión errónea de ti! Lo mejor es que permanezcas siempre erguido.
Las manos, ¡también comunican!
Este es otro de los errores más comunes a la hora de atender a un cliente en nuestra veterinaria. Las manos siempre tienen que estar a la vista, si quieres transmitir un extra de sinceridad, ¡muestra tus palmas! Este gesto, transmite mucha confianza.
Si estás explicando algo, ¡usa también tus manos! Te ayudarán a transmitir mejor lo que quieres decir y ¡Potenciarán tu credibilidad!
No cruces los brazos
Cruzar los brazos y/o las piernas, suele significar bloqueo o falta de transparencia. Recuerda que los brazos pueden ayudar a reforzar tu mensaje.
No invadas el espacio de tu cliente
Cuando te acercas demasiado a alguien, es bastante habitual que se ponga incómodo. Este es uno de los errores a la hora de atender a un cliente en tu clínica veterinaria que puede ocasionarte grandes problemas. Intenta mantenerte en los «espacios cómodos» según quién sea la persona con la que estás hablando.
En la actualidad hay muchos estudios que demuestran que cuando un profesional toca de forma moderada a un cliente (teniendo en cuenta el tipo de cliente que se trata), se aumenta el grado de empatía y amistad. No obstante, trata siempre de ser moderado.
No mires el reloj
¡Nunca mires el reloj mientras estás con un cliente! Este lo percibirá como que no quieres estar con el, esto podría ocasionar que NO vuelva a tu clínica veterinaria nunca más.
Aunque estés hablando por teléfono…¡Sonríe!
Aunque te pueda parecer raro, al teléfono… La sonrisa también se «escucha», sonreir mientras hablas por teléfono, ¡te ayudará a conectar con tu interlocutor!
Despide al cliente con una sonrisa
A veces con el acelerado trabajo en la clínica, descuidamos pequeños detalles, ¡no dejes que eso ocurra! Despedir al cliente con una sonrisa, ¡hará que su experiencia en el centro termine como algo agradable!
¿Qué te ha parecido este artículo? Ahora podrás saber los errores más comunes a la hora de atender a un cliente en una clínica veterinaria y podrás evitarlos.